En ausencia de una reforma migratoria, surge el programa de permisos humanitarios que pueden ser patrocinados por ciudadanos estadounidenses a ciudadanos de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela. 21 estados republicanos están en contra de esta medida. El permiso de residencia es de dos años y por ahora se han entregado 30,000 permisos mensuales a personas que califican para ello. 160,000 personas han sido aprobadas por el momento.